lunes, 6 de mayo de 2013

Lo homónimo de la lengua

Un hombre cualquiera sentado frente al televisor escucha de boca de Ana Blanco, en referencia a la situación económica, la descripción de 'crecimiento negativo'.
Las facultades de letras deberían crear, ya mismo, el Bloque de Alfabetizados Filólogos y Lingüistas Especializados. Sí, ¡BAFLE!, a voz en grito como si saliera de su homónima caja acústica. Y el motivo debe ser radicar esa manipulación absurda y egocéntrica de quiénes quieren modificar la realidad a su antojo y necesidades. Obviamente, estos sinuosos usos del idioma no son más que verdades alteradas o, diría más, falsedades agazapadas frente a la parcialidad de la sordera ideológica, que influye a un lado u otro según las mayorías de escaños.
 
Siendo sincero, siempre me ha resultado curioso que el sistema de comunicación verbal de una comunidad sea homónimo al órgano corporal que lo vocaliza sonoramente. Curioso y lógico, ciertamente.  La lengua de forma simbiótica articula lo que la lengua le ha enseñado a decir, así, incluso el sistema secuestra al órgano a través de las lecturas automatizadas, como les ocurre a los bustos parlantes frente al teleprompter del informativo.
Y así un hombre cualquiera le gusta jugar con la lengua siempre que el objetivo sea didáctico y constructivo.

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