Un hombre cualquiera tiene la
innata capacidad de toparse con seres extraordinarios y personajes
inconfundibles entre la cercanía del Guadarrama y la lejanía de las Antípodas.
Erase una vez un mostacho esculpido,
con las decimonónicas técnicas del barbero de Sevilla, sobre una fisonomía atemporal sin edad, ni generación,
del mismo que viste y calza, el dueño del bigote. Más que andar, arrastra sus
pies con la esperanza de desmantelar la argamasa de asfalto y brea que impide
convivir con la esencia terrenal de la naturaleza en plena ciudad, atascada y
contaminada por la sinrazón del vil metal.
¡Viva la Anarquía!, un grito que
surge de entre el gentío, tras un caótico y alérgico estornudo primaveral. Esto
no es Praga, pero sobre su balcón germinan las utópicas semillas de la
libertad. Desde allí observa, críticamente, la realidad por la óptica soviética
de sus setenteras gafas, como un ciudadano más del mundo con la acérrima
convicción de la filosófica máxima de la Escuela de Luis Aguilé 'es una lata el
trabajar'. Y así, me atrevo a confirmar sin desvelar mis fuentes, este
revolucionario cantante inspiró su obra a partir de los ideales de Mijail
Bakunin.
Y así un hombre cualquiera aprovecha
las técnicas de barbería para diseñarse bigotes imposibles que caracterizan a
lo inconfundible de los extraordinarios.
Descubre más inconfundibles extraordinarios de la mano de un hombre cualquiera:
El arquitecto de utopías: http://bloghombrecualquiera.blogspot.com.es/2013/01/lo-inconfundible-de-los-extraordinarios.html
El bienhumorado sureño: http://bloghombrecualquiera.blogspot.com.es/2012/11/lo-inconfundible-de-los-extraordinarios.html
El tertuliano de las antípodas: http://bloghombrecualquiera.blogspot.com.es/2012/10/lo-inconfundible-de-los-extraordinarios.html
El mafioso polaco: http://bloghombrecualquiera.blogspot.com.es/2012/09/lo-inconfundible-de-los-extraordinarios.html