martes, 28 de febrero de 2017

Lo conspiranoico de los Oscar

Un hombre cualquiera se despereza la mañana del 27 de febrero, mientras vislumbra entre memes, tweets y hanstangs la estrabótica y surrealista victoria de Moonlight como mejor película en los Oscar.

Bonnie & Clyde, los dos ladrones a sueldo, fueron contratados para robar ante millones de miradas el Oscar a la mejor película 2016. Eso sí, sin que nadie se diera cuenta. Casi todo estaba milimétricamente preparado: ellos entregarían el premio, como homenaje a los 50 años del rodaje de su película; la confusión entre los sobres crearía el caos en el escenario y la limusina arrancada les esperaría para huir rumbo al Este. Ocultos tras la cinematográfica imagen de los actores Warren Beatty y Faye Dunaway, la pareja de ladrones subió al escenario para entregar el premio. Nadie sospecharía de ellos, la pantalla les dio la absolución en su día y de cara a la sociedad se habían reinsertado perfectamente. Así que allí se presentaron con sus mejores galas y el sobre granate con el supuesto nombre del ganador. El plan era perfecto, pero algo no salió como esperaban. Ya, durante la lectura del premio, la conciencia de Clyde le hizo dudar con miradas de soslayo al público y a su propia compañera. Pero Bonnie no dudó ni un segundo, sus cuerdas vocales estaban preparadas para disparar sin preguntar. ¡La la land!, gritó. Los aplausos y ovaciones inundaron el Dolby Theatre hasta que el equipo de la película alcanzó el escenario. 


Las estrellas de la ciudad iluminaban con toda la intensidad, mientras las pistolas de Bonnie & Clyde humeaban todavía. Entonces, Bonnie, aprovechando los ceremoniosos agradecimientos, hizo aparecer el sobre con el nombre de la verdadera película ganadora. Sólo había que esperar a que el caos se adueñara del Dolby Theatre. Y el caos tardó sólo dos minutos y veinticinco segundos en llegar. Lo que tardó Jordan Horowitz, productor de La La Land, en darse cuenta del fallo, hacerse con el micrófono y decir 'Esto es un error, la ganadora es Moonlight'; mientras enseñaba a cámara la tarjeta con el nombre de la ganadora. Bonnie, con la estatuilla en la mano, intentó rescatar a Clyde de la confusión, pero fue inútil. La conciencia del bueno de Beatty le impidió huir (eso y su avanzada edad, claro). Y con sus dudas, acabó por abortar el plan para que cobrarán aquel multimillonario cheque para que el Oscar a mejor película descansara sobre la chimenea del Despacho Oval. Y, por tanto, el premio acabara en manos del protagonista de la mayor película de ciencia ficción jamás rodada por Hollywood, la presidencia de Donald Trump.


Y así un hombre cualquiera  imagina, de esta forma, como se abría preparado el sabotaje por la Casa Blanca con el embelesado auditor de PWC en las curvas de Emma Stone, la confusión de los sobres y el inesperado giro de los acontecimientos.

jueves, 23 de febrero de 2017

Lo moldeable de las nubes



Un hombre cualquiera recuerda el día que descubrió lo moldeable de las nubes con la sola ayuda de la imaginación.

Los bocadillos dejaron de nutrir el estómago para alimentar la mente con la lectura de los pensamientos dibujados en los cómics. Y todo con la forma de un nube, porque cuando sobrevolamos nuestros pensamientos, de alguna forma, estamos sobre altos cúmulos, cirros y estratos. Allí, a miles de pies sobre el suelo somos capaces de habitar realidades pasadas o, mejor aún, colonizar ficciones futuras.

Sexenio imaginado, un hombre cualquiera

Y aún sin levantar ni medio palmo sobre el suelo, un niño cualquiera, acostado sobre el césped, podía descifrar las formas de las nubes hasta que el sueño le hacía volar sobre sus pensamientos o, hasta que la hora para el bocadillo le despiertaba de la ensoñación. Aquello sí que era estar en las nubes, mientras los pies solo rozaban levemente el suelo.

Y así un hombre cualquiera moldea la tarta de merengue sobre la que escribir las nuevas historias… para soplar las velas de su sexto cumpleaños.

domingo, 12 de febrero de 2017

Lo tostado de las galletas



Un hombre cualquiera se siente un apátrida en pleno barrio de las embajadas entre blandientes banderas y trajes de raya diplomática.

Las embajadas son suelo patrio para ayuda, salvaguarda y defensa de sus nacionales en tierra extraña. En ellas están vigentes sus leyes, costumbres, gobierno y lengua, haciendo patente aquella máxima de "hogar dulce hogar". Y eso fue lo que debieron pensar los Reyes Católicos al crear la primera misión diplomática permanente en el Vaticano. El origen de los intereses diplomáticos derivaron en las embajadas, consulados, high commision, nunciaturas y las republicanas legaciones. En el caso de Isabel y Fernando les sirvieron para  la reconquista de Granada, el reparto de las Indias colonizadas y la victoria contra el Turco en Lepanto. Lo único que las embajadas no pueden importar es el clima. Así, las embajadas asentadas en la península ibérica deben cuidarse para no emborracharse de sol, como le ocurre a la nórdica idiosincrasia danesa, según la curiosa campaña lanzada por el gobierno de Copenhague

Costuras de mantequilla, un hombre cualquiera


Desde el balcón, el embajador, John Nielsen, pide auxilio a voz en grito con este mensaje: ¡Ayude a un danés!. El llamamiento del gobierno de Lars Løkke Rasmussen, en voz del embajador, suplica a los españoles que eviten que los daneses se torren al sol, como si no hubiera mañana. El mensaje está acompañado por una imagen de patrióticos daneses rojiblancos por las quemaduras solares combinadas con su pálida tez.  Lo mediático de las campañas debería utilizarse. Así, el departamento de marketing de los fabricantes de unas conocidas galletas danesas y del producto complementario, sus prácticos costureros de chapa azul deberían salir apresurados a favor de la campaña dermatológica; "Practica un moreno saludable, tostado al punto de la galleta danesa". Incluso, el gobierno podría haber utilizado a su bañista más conocida la sirenita de Copenhague como reclamo para evitar las quemaduras

Y así un hombre cualquiera se presenta al embajador como asesor playero con un proyecto de sombrillas, cremas solares y gafas solares especializadas para el blanco danés.

Noticia de la entrada: ¡Ayude a un danés!