Un hombre cualquiera dibuja sobre el
atlas el mapa de los mitos que se pierden sin coordenadas y con la brújula
desimantada.
Atlántida, sine die. Entre el mito
platónico y la belicosa civilización extinguida, la Atlántida permanece hundida
en el imaginario colectivo, más allá de las columnas de Hércules. Los
aventureros expedicionarios de National Geographic han contratado a James
Cameron, experto en los hundimientos de mitos, para situar en la cartografía de
los mapas al poderoso imperio que se ahogó en la tierra al tragárselo el mar.
Así, ayudados por el alma de Neptuno, que ha poseído al director de Titanic,
buscan, bajo las marismas de Doñana, a la mítica civilización del antiguo
Tartessos, como ya lo intentó el Capitán Nemo a los mandos del Nautilus.
Aquello que parecía una isla mínima parece encerrar un tesoro digno del escrito
por Robert Louis Stevenson.
'Encontrando a la Joven Compañía', un hombre cualquiera |
Venecia, 25 de marzo de 421. Las
invasiones de los lombardos y los hunos saquearon a los primeros venecianos de
Altinum y los cónsules de la ciudad buscaron auxilio en una fortaleza
infranqueable para los bárbaros. Y fueron las manecillas del reloj las que les
apuntaron, al filo del mediodía, hacia una inabordable réplica de la Atlántida
para refundar su ciudad. Los colonizadores de la isla, sin saberlo, convirtieron
en imperio al mito, pero desconociendo la endémica herencia que, centímetro a
centímetro, ahogaría irreversiblemente a la ciudad bajo las aguas de la laguna.
Ante la fatídica profecía, los nuevos atlantes evitan, día a día, que su
destino vuelva a naufragar. Allí permanecen anclados sobre un bosque marino con
diez millones de troncos y una atalaya de delfos que tañe, como aviso a los
venecianos, los batintines del Campanile ante las subidas de las mareas.
Además, Moisés se ha empadronado en la isla para separar milagrosamente las
aguas de la laguna y las del Adriático. Y si un día para nuestro mal la parca
viene a ahogar a la ciudad, los atlantes empujarán al mar una góndola con las
instrucciones precisas para recrear nuevamente a la Serenissima Venecia e
inmortalizar a la extraviada Atlántida.