domingo, 5 de marzo de 2017

Lo aparatoso de los partidos



Un hombre cualquiera se pregunta sobre la capacidad de la militancia frente a la selva mediática e interna.

1 de octubre de 2016, sede del PSOE de la Calle Ferraz, Madrid. El comité federal del partido se reúne para solventar la crisis de liderazgo del partido, tras la dimisión de parte del comité y por las dudas del aparato del partido sobre las decisiones del liderazgo de Pedro Sánchez. La reunión del comité federal  supuso la dimisión de Pedro Sánchez, como secretario general del partido, y el nombramiento de una gestora para la dirección del partido hasta la elección de un nuevo secretario general. El liderazgo está expuesto a una continua lucha contra todo y contra todos. ¿Pero el aparato del partido puede derogar la decisión de la militancia? ¿El líder debe enfrentarse contra su partido? ¿La militancia es una justificación de las decisiones sobre el partido o un personaje cuyas decisiones no son vinculantes sobre el destino del partido? Y, al final, sin militancia no habría partidos y los partidos deben pensar sobre las ideas de los militantes.

5 de marzo de 2017, Explanada de Trocadero, Paris. El candidato conservador francés a la presidencia de la República, François Fillon, reúne a 50.000 personas en París como símbolo de resistencia ante el aparato del partido. Cuatro meses después de que Don Nadie ganara las primarias con el 68% en la segunda vuelta a Alain Juppé, las publicaciones sobre la malversación de fondos públicos y los tratos de favor a su familia hacen tambalear su candidatura a dos meses de las elecciones. Contra ello, el candidato se da un baño de masas para dejar a su partido contra las cuerdas ante la posibilidad de sustituirle por el segundo en las primarias, Juppé. A diferencia del caso socialista, el aparato del partido conservador francés tiene razones de peso con las cuestiones de incongruencia entre el discurso político y el pasado corrupto del líder que han salido a la luz. La cuenta atrás hacia las presidenciales hace imposible una consulta a la militancia, pero el aparato del partido tiene justificada la posible destitución al candidato elegido por los militantes.  

Y así un hombre cualquiera cree que los aparatos de partido deben contar con un manual de instrucciones para distinguir las líneas rojas ante la militancia.

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