viernes, 23 de junio de 2017

Lo deseado de los olivos



Un hombre cualquiera se pierde vestido de escocés por los cerros de Úbeda en plena noche de San Juan.

Sin GPS y con una brújula que ha perdido el norte, la única opción es guiarse por las primeras señales de humo a la caída de la noche. Los deseos se consumen en las hogueras y se volatilizan en el humo que embriaga los centenares de hectáreas de olivares a la redonda. Al fondo del campo se intuyen unas luces de fiesta y la brisa se envuelve parsimoniosa entorno a él, como la marcha nupcial camino del altar.

El sueño de una noche de verano se escribe sobre el vestido de la novia con los propósitos escritos en primera persona del plural. Los invitados sofocan el calor de la hoguera con los brindis por los recién casados. Y los deseos pedidos, por cada uno de ellos, se esconden en los destellos de las pupilas, antes de interiorizarse tras los párpados. Los novios, ya marido y mujer, extasiados por la magia del momento se miran conscientes de que comienza la primera noche del resto de sus vidas.

Y así un hombre cualquiera encuentra el camino de la felicidad al cuadrar la esfera de la brújula sobre el estampado de la falda escocesa.

miércoles, 7 de junio de 2017

Lo histórico de los salvapatrias




Un hombre cualquiera desconfia de los personajes que se empeñan en reescribir la Historia, sin razón, ni TARDIS, ni Delorean, ni puertas del Ministerio.

Islas Azores, marzo2003. Tony Blair lucha contra el rebufo de los misiles para no despeinarse junto a Bush, Aznar y un despistado Barroso, situado dos peldaños más abajo. Las huellas de las firmas se convierten en laberintos circundantes, como pesadas losas de mármol sobre su reputación política. De hecho, el antiguo inquilino de Downing Street acabaría arrepintiéndose, una década después, de haber lastrado el futuro de iraquíes, laboristas y de su propia trayectoria política.

Isla británica, abril 2017. Tony Blair lucha contra la brisa que blande lo frágil de la bandera europea sobre los oscilantes mástiles de la Common Wealth. El smog que envuelve al Brexit difumina la realidad. Y los fantasmas reaparecen del pasado para confundirse entre los británicos de a pie y alzarse como héroes del presente. A fin de cuentas, los salvapatrias toman las armas para reescribir la Historia, pero la acaban emborronando con la escoria de la pólvora. ¿Volverá a ser mayo en pleno junio o la empresa de mudanzas lo cambiarán todo en el número 10?

Y así un hombre cualquiera confía en reencarnarse en Doc, el Doctor Who o un funcionario del Ministerio del Tiempo para arreglar la Historia.