martes, 12 de junio de 2018

Lo mediático de los diagnósticos



Un hombre cualquiera aprende la nueva lista de reinas y reyes godos que compondrán el estrenado Gobierno.

Hasta los leones del Congreso se dieron la vuelta para curiosear lo que ocurría en el hemiciclo el pasado 1 de junio. La cara de absoluta incredulidad que se les puso ha durado hasta el nombramiento del nuevo Consejo de Gobierno. Una nueva nomenclatura que debería aplicarse para adaptarse a su nueva composición y a sus características de género. Una sociedad que ha clamado como si todos los días fueran ocho de marzo, que debe luchar contra la homofobia, que necesita patentar la laicidad sin biblias ni crucifijos; y, en consecuencia, que necesita un gobierno ejemplar y ejemplarizante, como el diseñado por el superviviente, Pedro Sánchez

El carácter mediático de los acontecimientos ha colocado un listón muy elevado y un punto de crítica que no perderá detalle. La luz y los taquígrafos servirán para mostrar y determinar los grandes retos: recomposición de los recortes sociales; medirá milimétricamente la vara de la corrupción; proclamará la independencia periodística de Torrespaña; redefinirá la concepción del diálogo; formulará la conjugación de la inversión en un futuro condicional; y la lista se irá ampliando a cada minuto. La complicada vida política escuchará cada latido para conocer su estado cardíaco, eso sí, desde su insuficiencia parlamentaria. Los fármacos deberán ajustarse al presupuesto heredado y a los sobresaltos que puedan echar por tierra el diagnóstico.

Y así un hombre cualquiera espera que la hemofilia no haga de las suyas, como diría Nieves Concostrina, que con las monarquías ya se sabe...

No hay comentarios:

Publicar un comentario