Un hombre cualquiera encuentra el 8 de marzo pintado de
morado en el calendario de la cocina, pero en negro en el calendario de la
oficina.
La historia tiene nombre de mujer, porque nos ha parido el
presente y gesta con incertidumbre el futuro. A pesar de la pluralidad de roles
de la mujer en el desarrollo de la sociedad, destaca la insignificancia de lo
femenino en los hechos, hallazgos y devenires históricos. Desgraciadamente, los
libros de historia se escriben en masculino singular, pero dejan los márgenes
en blanco para aclarar lo narrado y contado con lo histórico de las mujeres.
Hoy en día, la igualdad ha avanzado, pero queda por alcanzar una sociedad donde
el aparato reproductor no defina sueldos, posiciones y relevancia social. Y
parte de esta igualdad debe llegar por el recuerdo del olvido, la historia debe
reescribirse para reconocer el papel de la mujer. Estos papeles han sido
difuminados por el anonimato y la despersonificación del protagonismo femenino;
el aprovechamiento de las capacidades de las mujeres por los hombres o la
ocultación de los méritos tras los nombres de sus padres, maridos, hermanos o
hijos; y, obviamente, el desconocimiento sobre su labor para el desarrollo y
evolución de la historia. Hay que conseguir una verdadera historia universal
sin importancia del género en que se narre.
Este reconocimiento y relevancia pública no se puede amparar
en un día de la mujer, ni en una ley de paridad, ni en hechos puntuales
mediáticos; pero, todo ello, ayuda, en mayor o menor medida, a exponer la valía
y necesidad de que hombre y mujer son elementos simbióticos para el desarrollo
de todas las áreas de la sociedad. Entre los hechos puntuales mediáticos, se
han producido dos noticias de reconocimiento sobre las mujeres en los últimos
días. Por un lado, los actores de Big Bang Theory renunciaron a parte del
sueldo para equipar su salario al de las actrices de la serie; aunque la
noticia habría sido que las actrices de la serie se les subía el sueldo para
equipararlo al sueldo de sus compañeros actores. Y, por otro lado, la juguetera
LEGO homenajea a cinco científicas de la NASA con la producción de una serie
con sus figuras. De este modo, se dará reconocimiento a la científica
computacional Margaret Hamilton; la matemática Katherine Johnson; las
astronautas Sally Ride y Mae Jemison; y la astrónoma y ejecutiva Nancy Grace
Roma. Una forma de universalizar a quiénes han ayudado a reconocer el universo.
Y así un hombre cualquiera entiende que mientras se necesite
recalcar un día de la mujer, no se habrá alcanzado su reconocimiento histórico,
ni la igualdad del día a día.
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