Un hombre cualquiera pone el tocadiscos sin observar que
está puesto sobre el plato y sorprendido comienza a escuchar el vinilo de Abbey
Road.
Solamente con cerrar los ojos puede recordar las zancadas de
John Lennon, Ringo Star, Paul McCartney y George Harrison al cruzar el paso de
cebra de Abbey Road aquella mañana del 8 de agosto de 1969. Cuándo la cámara
Hasselblad de Iain Macmillan les inmortaliza para la posteridad hasta convertir
la calle del estudio de grabación en un icono turístico de Londres. Seguramente
los pies descalzos de Paul agradecieron el cambio de escenario para la
fotografía. Porque el productor había organizado un viaje a Nepal para tomarles
la instantánea en las nevadas cumbres del Everest.
El disco alcanza el ‘Come Together’ y un ataque de nostalgia
londinense le hace visitar la webcam instalada en Abbey Road. La desértica estampa de la ciudad por mandato gubernamental resulta
quebrantada por dos operarios municipales. Han rodeado el paso de cebra con
conos naranjas para restaurar las líneas blancas y repintar el paradójico
mensaje de ‘Look right’. Las huellas de los cantantes, turistas y vecinos
quedan resguardadas bajo la pintura blanca, iluminada por los insólitos rayos
de sol de marzo al ritmo del ‘Here comes the sun, and I say it's all
right’.
Y así un hombre cualquiera le da la vuelta al disco junto a
su improvisada ventana al Big Smoke.