miércoles, 31 de agosto de 2022

Lo comercial de las manchas

Un hombre cualquiera se entera del fallecimiento de Mijail Gorbachov por la prensa.

Cuando un personaje famoso muere, automáticamente surgen tres recuerdos inmediatos. Primero, la razón de ser un personaje público. Su relevancia politica interna e internacional al frente de la URSS. Segundo, un rasgo sobre su personalidad o su figura. Su famoso nevus flammeus, la mancha roja, sobre su frente. Y, tercero, un hecho curioso o anécdota llamativa. Sin duda, Gorbachov siempre será recordado por su participación en un anuncio de Pizza Hut para promover la apertura comercial rusa. Una estrategia de marketing brillante, un político de la URSS protagonizando un anuncio de comida rápida americana. Capitalismo 1 - Comunismo 0. 

Al mismo tiempo que los medios de comunicación recibían la noticia de la desaparición del mandatario, el departamento de publicidad y marketing de la casa de vinos Taylor's de Portugal desechaba un proyecto publicitario para su 330 aniversario. El principal productor portugués del vino Oporto quería contratarle para un spot televisivo. El político ruso sentado a la mesa de un restaurante espera que el camarero le traiga el vino, leyendo, concentrada mente, el periódico. A punto de llegar a su sitio, el camarero tropieza y derrama unas gotas de la bebida espirituosa, que aterrizan sobre la frente del comensal, que no se da cuenta de lo ocurrido. El camarero desde el suelo enseña la botella a cámara y dice: "Si bebes el verdadero Oporto formará parte de ti".

Y así un hombre cualquiera mira al juego de matrioskas del salón y grita ¡Viva Gorbachov!

martes, 23 de agosto de 2022

Lo encontrado de la infancia

Un hombre cualquiera alquila un Airbnb en un pequeño faro de la costa británica para sus vacaciones de verano.

Una semana frente al mar en el fin del mundo británico, bajo el nobiliario dominio del eterno heredero, Carlos de Inglaterra, y la amantísima e ínclita, Camila Parker Bowles. Los duques de Cournualles. A la entrada de la vivienda un cartel anuncia a 'El Capitán' y, junto a la puerta, una gatera con el nombre de Sprocket. Reminiscencias de un lobo de mar que echó el ancla junto a su mascota sin fecha de caducidad. De puertas para adentro, la blancura de la modernidad de las estancias y de la decoración contrasta con las coloreadas instantáneas de los portarretratos. Las fotografías inmortalizan a personajes con sus nombres: Gobo, Musi, Rosi, Dudo y Bombo.


La biblioteca del salón se alimenta con libros sobre animación y de técnicas de dibujo. Y, entre todos, llama la atención un ejemplar de La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson. Al intentar sacarlo de su estante, un click da inicio a un mecanismo interno, hasta mostrar la puerta abierta de una caja fuerte. El reluciente hallazgo contiene la colección completa de la versión británica de la serie Fraggel Rock, incluidos los capítulos perdidos. Un álbum con postales de Matt, "el viajero". Y, también, entradas para el Center for Puppetry Arts, que es la actual residencia de los originales de Gobo, Musi, Rosi, Dudo y Bombo. Aquel televisivo  faro del Capitán, reconvertido en vivienda vacacional, atesora un cofre con la memoria de la serie, donde ir a jugar, olvidar los problemas y disfrutar en Fraggle Rock.


Y así un hombre cualquiera se pasa sus vacaciones buscando fraggels, curris y goris.


Opening Fraggle Rock - Versión británica

AirBnB - Sally Port Cottage


jueves, 18 de agosto de 2022

Lo versado de los vuelos

Un hombre cualquiera intuye el feliz vuelo de una alondra sobre las sombrillas de la plaza de Santa Ana.

Las copas se coronan con el globular giste del lúpulo, que inmuniza ante la fiebre de los termómetros. Las conversaciones abanican la calor con terapéuticas charlas sobre lo divino y lo humano. Más allá, un acordeón de estraperlo, entre los murmullos y las risas, ondea sobre una orilla sin mar. Y los hielos de los refrigerios refrescan con un tintineo ártico sin icebergs a la vista. Por su parte, los turistas y los censados se mezclan sobre unos adoquines gestados para cruzar caminos y buscar horizontes. Así, a pie de calle, dónde un cítrico aroma recuerda que da más sombra que los limoneros, las estatuas de los poetas. Incluso allende los mares, en una fatua Nueva York que busca la gloria sobre las cumbres de los rascacielos y que, aquí, se consigue al declamar los versos del inmortal Lorca.

Un verso suelto, una rima perdida se describe entre las  manos vacías del poeta. Su afán de libertad dejó escapar la alondra que sostenía como ofrenda al teatro. El mismo donde construía el  matriarcado entre las cuatro paredes de una casa o, el mismo que conseguía culturizar con una deambulante barraca sobre una península hipnotizada por el sol. A pesar del vacío, sus manos nunca están yermas, porque permanecen tatuadas por las letras que parieron romanceros, poesías y diálogos. Y que, todavía, sienten el alegre cosquilleo del plumaje que alzó su vuelo.

Y así un hombre cualquiera intuye los pulsos del pájaro que laten en el corazón del sueño.

miércoles, 17 de agosto de 2022

Lo vacacional del estío

Un hombre cualquiera pasea junto a una carretera secundaria.

El olor a eucalipto y a verano embriaga el mediodía de camino a la playa. Sobre el asfalto, la joven del sidecar conduce con la brisa acariciando su rostro y con su ondeado peinado bailando al ritmo del desahogado vivir sin reloj, ni horario. Otoñando con su cobriza melena lo vacacional del estío. Sus pensamientos se resguardan dentro de un casco negro decorado con las cerebrales circunvoluciones en blanco, cuya alma se refleja a través de la desbordante miel de su mirada. De reojo sus guantes se amarran al horizonte y, cuerpo adentro, su chupa de cuero tachonado se difumina en una vaporosa falda, repleta de mariposas preparadas para polinizar los dientes de león del prado, al sobrepasar su cintura.


A la sombra del pinar que precede al mar, aparca y toma su toalla a rayas. El salado de la playa lo saborea al sonreír al ver al paliducho tipo de la toalla vecina con un libro de microrrelatos medio devorado, un bote de crema listo para embadurnarse hasta la coronilla y ajustado a la asombrosa circunferencia de la sombrilla. Sin previo aviso el vuelo de una flecha les hace cruzar sus miradas y reencontrarse con un soñado amor de verano a la orilla del mar. Entretenidos por su entremés romántico no entregaron atención al pequeño Valentín que entró en escena para devolver su flecha al carcaj, reprendido por su madre en tercera línea de playa.


Y así un hombre cualquiera observa a la joven del sidecar con un paliducho contorsionista de dos metros de copiloto.


sábado, 6 de agosto de 2022

Lo coloreado de la sed

Un hombre cualquiera observa sus propias huellas sobre la explanada a orillas de un inesperado Nilo.

Los adoquines se cubren por una fina y arenosa película que parece alfombrar la llegada de Lawrence de Arabia, frente a la antigüedad del templo; aunque solo lleve medio siglo a la sombra de los madroños. Aquí, a salvo del ahogamiento en la presa de Asuán, dibuja su silueta cada atardecer al calor de los últimos rayos. Incapaces de iluminar entre las grietas y bloques, desde donde la sibilina brisa de Amón esparce los granos de arena para convertir el paisaje en su egipcio emplazamiento. Metro a metro, el desierto avanza devastador, sin retroceder un ápice el terreno conquistado.

"Sí", Marta Criado
"Sí", Marta Criado


En busca de un refugio, la ciudad se colorea en un amarillento vintage, que acalora los termómetros y ahoga por la sed a propios y extraños. Y en lo alto de una duna con los pies enterrados hasta los tobillos, la esperanza de un nuevo horizonte se refleja sobre el espejismo. Sin lámpara, ni genio el deseo se ha hecho realidad. El oasis salpica su frescura y humedad entre las risas de los pequeños y sus saltos les convierte en dioses al rozar la felicidad con las yemas de sus dedos. Sus figuras asombran al miedo y olvidan que los charcos son esferas vacías de los relojes de arena.

Y así un hombre cualquiera prepara ofrendas a Amón para apaciguar su ira.