domingo, 30 de abril de 2023

Lo liberado de abril

Un hombre cualquiera prepara un plan sin fisuras, mientras en la radio Sabina canta desde la posada del fracaso.

A penas quedan 6 horas para perpetrar el plan y evitar que se precipite la derrota que se masca en las postrimerías de mayo. ¡Otra vez no puede ocurrir! Y si ocurre no será por no intentarlo. Dos viejos hangares en desuso de Barajas esperan huérfanos de contenido la mercancía confiscada. Los mapas esconden las rutas elegidas para que los camiones lleguen a la meta romana. Y los ejecutores ataviados con bombín, chaleco y camiseta de rayas matan el tiempo hasta la hora indicada.


Lo ocioso del puente y lo finado de la semana se entrelazan para conseguir el plan con los hogares solitarios y el tiempo entretenido. El común y el extraordinario de los mortales viven ajenos al gran robo que se agazapa con nocturnidad y alevosía. ¡Nadie lo espera! Millones de robos se producen al unísono en hogares, oficinas, estaciones y cualquier lugar susceptible de contar con un calendario. El minucioso trabajo de los ladrones se perpetra sin incidentes entre la Costa da Morte y el Mar Menor, sin olvidar los territorios de ultramar. Al alcanzar la medianoche, los convoyes conducen el botín hacia el fortín y aquellos avezados individuos que van a cambiar la hoja del calendario, se quedan con un huérfano abril entre las manos. ¿Quién coño nos ha robado el resto del calendario?


Y así un hombre cualquiera libera a abril del robo del tiempo.

domingo, 23 de abril de 2023

Lo manuscrito del papel

Un hombre cualquiera se despierta con la ilusión de la mañana de reyes al calor de Sant Jordi.

Los magos de San Jorge no decoran sus sienes con corona, ni viajan a lomos de camellos y, tampoco, provienen del exótico Oriente. Visten literaria gorguera, viajan a lomos de plumas que repostan en tinteros y provienen del mismísimo harem de las musas. Sus presentes valen más que el oro, embriagan el alma sin necesidad de incienso y cicatriza heridas con más precisión que la mirra. La mañana del 23 de abril no se envuelven los regalos, porque lo más deseado es lo manuscrito del papel. Y, como mucho, se incluye una rosa que hace las veces de marcapáginas para perfumar la lectura y pinchar la emoción que nos recuerda que seguimos vivos.


Cervantes, Garcilaso y Shakespeare marcaron a fuego la fecha de la celebración de los libros y las hojas escritas aletean, desde entonces, entre las manos de los lectores para impresionarles con el mitológico vuelo de los dragones. La imaginación de los escritores alumbra las mentes que leen lo que ellos han escrito para disipar la oscuridad de los horizontes.


Y así un hombre cualquiera transmite la epifanía de los libros para imaginar más historias reales y experiencias ficticias.

jueves, 20 de abril de 2023

Lo incongruente de las casualidades

Un hombre cualquiera acude a una oficina del Royal Mail para adquirir los primeros sellos de Carlos III, que se estrenarán con las invitaciones a su coronación.

Mientras tanto en Nueva York, el conserje del edificio de viviendas donde reside Hugh Jackman recibe dos cartas selladas con la efigie del nuevo rey con los matasellos de Londres y Sidney. Al observar los remitentes, el conserje pone el cartel de "ahora vuelvo" y sube hasta el piso del actor. Tras dos intentonas al timbre, Lobezno, por sus pelos de recién levantado y su barba de tres días, le recibe y recoge las cartas. Propina mediante, el conserje vuelve a sus quehaceres con una incesante curiosidad sobre el contenido de las misivas.


El remite de Buckingham Palace toma prioridad frente al segundo sobre. Un abrecartas con forma de garra, rasga el papel para tomar la invitación a la coronación de Carlos III en Londres del próximo sábado, 6 de mayo de 2023. En papel reciclado con detalles en lámina de oro y con el diseño de Andrew Jamieson, los reyes invitan a Hugh Jackman al evento y le piden que confirme su asistencia. Tras leer el contenido suelta un: "God save the King!" Y emite una sonora risotada. Acto seguido se fija en el segundo remitente, Philip Lowe. Busca en Google el nombre y se sorprende al descubrir que es el Presidente del Banco de la Reserva de Australia. Acuciado por la curiosidad, abre la carta y comienza a leer. "En nombre de la institución que represento le invito a participar en la próxima emisión de billetes del banco. Aportando su imagen como ilustre y reconocido hijo de Australia, junto con la atleta,Cathy FreemanIan, el artista, Peter Booth, la escritora,Liane Moriarty, y la cantante Kylie Minogue. Estás celebridades estamparán, por orden, su rostro en los billetes de 100, 50, 20, 10 y 5 dólares australianos. Y dicha decisión parte del gobierno australiano para su proceso hacia la República de Australia". Jackman estupefacto por la casualidad y la incongruencia de las dos invitaciones, grita un: "Devil save the King!"

Y así un hombre cualquiera expide la solicitud al Royal Mail de un sello ecuestre con la cara de Camila Parker Bowles.

viernes, 14 de abril de 2023

Lo recordado de abril

Un hombre cualquiera pasea por su calle entre lo rojizo del carril bici, lo amarillento del sol primaveral y lo morado de las últimas lilas.


Los contundentes copos de cordura constatan lo constante de la cotidianidad. Y la monotonía se amontona entre los momentos que memorizan lo monitorizado de los movimientos. Pero, entre las costuras de la realidad brotan semillas del pasado. Estos recuerdos se petrifican en los homenajes de las estatuas, se anillan en los troncos de centenarios árboles y se verbalizan en lo nombrado de las calles. 


Al llegar a la plaza el sol reluce sobre la placa y una pequeña brisa silba con el improvisado ritmo que inspira al cantante que le da nombre. El melodioso repicar de las tazas de café y lo deportivo de los himnos retumban entre los alféizar de las ventanas, lo cóncavo de la fuente y lo teclado de las tejas. Bajo la placa, un cartel conmemora lo tricolor de abril al explicar que la plaza ha ido cambiando de nombre según el blandir de los tiempos. Desde el Gran Visir que recordaba lo árabe de los orígenes de la población, que germinó de la propia tierra. De la que nacieron los hijos que despuntaron hasta merecerse una plaza. Más tarde, los señores de la guerra echaron a patadas la cordura hasta imponer la sinrazón del ¡muera la inteligencia! Pero, el ritmo marcial caducó cuando la cultura popular volvió a brotar de las urnas.


Y así un hombre cualquiera entiende que la historia son claroscuros que construyen el futuro, sabiendo de dónde venimos.