jueves, 23 de febrero de 2023

Lo titulado de la historia

Un hombre cualquiera nunca se imaginó vincular la frase "hacerse el sueco" con la noche de los transistores o, quizás sí.

Las inescrutables casualidades de la vida te pueden situar en todos los eventos históricos contemporáneos, como a la familia Alcántara de Cuéntame; o evitar que estés presente en cualquier hecho que pueda rellenar los libros de texto de Historia. Por ejemplo, el caso del periodista sueco que creó una rocambolesca asociación de ideas para narrar, equivocadamente, a los conciudadanos de ABBA lo de Tejero, los disparos y la sombra alargada del franquismo. Lo surrealista del titular de su crónica convirtió lo acontecido en una graciosa anécdota para los lectores de Suecia, frente al acongoje generalizado de la gran mayoría de los súbditos del campechanísimo elefante blanco.


Aquel 23 de febrero, treinta y tres minutos antes de la medianoche, el plumilla nórdico recibía el teletipo con la liada del ibérico Congreso de los Diputados. Más allá de la información, lo más destacado era la imagen de Tejero. Inmediatamente, el cronista vinculó la fotografía con las estampas veraniegas que su tío, Sigfrid, le había enseñado de sus vacaciones veraniegas en España. Sin duda, el protagonista de la instantánea era moreno, aparentemente bajito y de bigote poblado; como el 90% de los extras que aparecían bañándose en las playas del Mediterráneo junto a su tío. Obviamente, llamaba la atención su ceño fruncido y la pistola que amenazaba y apuntaba a cada votante representado por su diputado. Pero, lo más relevante para el sueco fue su indumentaria, que en el blanco y negro, destacaban lo alucinante de los galones y lo folclórico de su tricornio. Automáticamente, el sobrino de Sigfrid recordó la foto de su tío con Curro Romero en la Maestranza. Y el periodista ató cabos hasta rematar con el titular: "Un torero asalta el Parlamento español."


Y así un hombre cualquiera desecha la compra de un transistor sueco para evitar noticias manipuladas por los tópicos.

martes, 14 de febrero de 2023

Lo romántico de los viernes

Un hombre cualquiera espera con impaciencia la tarde del viernes.

La tarde del viernes es un viaje de vuelta al calor del hogar. La tarde del viernes es una conversación de café, recuerdos y chiquilín. La tarde del viernes es la libertad de desabrocharse el reloj sin la incomodidad de las manecillas. La tarde del viernes es un paseo al sol del invierno. La tarde del viernes es una habitación recién pintada con vistas al futuro. La tarde del viernes es una canción sonando en el dial en el momento exacto.


La tarde del viernes es una siesta sin el despertador activado y el móvil en modo avión. La tarde del viernes es un abrazo reconfortante que anima y abriga. La tarde del viernes es ese momento en el que los deseos comienzan a cumplirse al convertirse en humo la llama de las velas. la tarde del viernes es un chapuzón bajo el sol. La tarde del viernes es, sin duda, la ilusión por crear recuerdos extraordinarios de lo cotidiano junto a la soñadora en pijama.


Y así un hombre cualquiera se ilusiona cada 14 de febrero, como si fuera la tarde del viernes.

miércoles, 8 de febrero de 2023

Capitulo XIV: Lo inconfundible de las extraordinarias

Un hombre cualquiera se encuentra con humanas extraordinarias y mujeres inconfundibles sobre lo galaico de los macizos o bajo lo compostelano de la lluvia.

Todos los caminos llegan hasta el Obradoiro y, también, a todos los que han obrado en construir los caminos. Sin duda, la guerrera de los Ancares es una de las peregrinas infatigables que mantiene el rumbo, aunque se borren las flechas amarillas o la brújula pierda el norte. Su paso firme deja huella y sabe pararse en las encrucijadas para disipar las dudas.Dichas dudas que se dibujan en su mejilla con una interrogante invisible para el común de los mortales, pero ese signo tiene vocación de constelación para guiar y dirigir. Y, si los mapas se convirtieran en laberintos, ella va dejando palillos para encontrar el camino de vuelta a los lugares donde se agazapa la felicidad.


Lo orgulloso de sus orígenes le ha hecho rodearse de un forzudo bombero para mantener verde y viva el alma del hogar de Breogán. Y cuenta con el mejor guerrero de terracota para defenderse de las invasiones bárbaras, desde lo alto de la muralla. Y a la orilla del azul del Miño pinta la diagonal de las banderas, que reflejan el firmamento con permiso del pronóstico de Pemán. Su mirada distraída no le hace perder de vista la meta y su positivismo antropológico es un sexto sentido para ver más allá del horizonte.


Y asi un hombre cualquiera busca el vaso medio lleno con las estrategias militares que inventa la guerrera de los Ancares.


¿Recuerda más extraordinarias inconfundibles?


Capítulo I: Fílmica norteña

Capítulo II: Mecenas del Quijote

Capítulo III: Forzuda equilibrista 

Capítulo IV: Alumbrante de historias 

Capítulo V: Soñadora en pijama

Capítulo VI: Aventurera de las siestas

Capítulo VII: Irónica politóloga

Capítulo VIII: Conversadora berciana

Capítulo IX: Sonriente comunicóloga

Capítulo X: Teniente con rizzo

Capítulo XI: mademoiselle del vestido burdeos.

Capítulo XII: Embajadora de la city

Capítulo XIII: Narradora de vivencias