Un hombre cualquiera encuentra
un búnker bajo la oficina de El Mundo Today, dónde un grupo de guionistas se
encargan de bautizar a las principales operaciones policiales.
La puerta medio abierta
del búnker permite ver el día a día de uno de los miembro del grupo de
guionistas. Junto a la puerta, una papelera rebosante de copos de celulosa
blanca marcan las ideas desechadas. El empleado recoge las ideas y las
introduce en una bolsa más grande. Más allá, una pizarra repleta de cifras,
palabras y símbolos desaparecen con el paso del borrador para el inicio de una
nueva operación. El trabajador introduce más folios en el fax a la espera de
nuevos casos que bautizar. Casi como parte del mobiliario, un segundo individuo
permanece inmóvil a la escucha de la emisora de la policía. Una gigante flecha
con el letrero 'abrir en caso de emergencia' indicaba al mueble-bar para bautizos
en el tiempo de descuento.
La mesa de reuniones es
el lugar donde se deciden los nombres de las operaciones. Que al cabecilla de
la banda le apodan 'Pipen', pues, después de dimes y diretes, la operación se acabará
llamando 'Scottie' (Pippen). Si la
operación trata sobre tráfico de drogas y falsificación el nombre esta claro:
'Abanico'. También, puede influir que uno de los implicados fuera uno de los
miembros de Locomia. Otro factor a tener
en cuenta es el número de sospechoso y la diversidad de sus motes, que pueden
acabar nombrando a la operación, como Pokemon. O, también, puee influir el
cambio a otro idioma de un concepto o nombre de los implicados, así nació la
Gürtel (Correa en alemán), Malaya (por Juan Antonio Roca) o Púnica (por el
prolífico Granados).
Y así un hombre
cualquiera prepara su curriculum para filosofar con los miembros del Mundo
Today y los operarios del "naming" de la Policía.
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