lunes, 18 de febrero de 2019

Lo surrealista de los anuncios

Un hombre cualquiera se para en seco en pleno Times Square al ver un anuncio surrealista.

Cientos de pantallas, miles de reclamos y millones de watios impactan sobre turistas y neoyorquinos que palpitan en el corazón de la Gran Manzana. La verticalidad de las pantallas y los soportes luminosos suministran publicidad de todo lo inimaginable que el ser humano pueda necesitar. Ropa, series de televisión, bebidas refrescantes, coches y hasta alistarse al ejército de Donald Trump. Si no te anuncias en Times Square no existes.

Pero la sorpresa de un hombre cualquiera vino cuando observó anunciarse alguien que ya no existe, al menos en este mundo. A todo color sobre fondo negro se dirigía a cámara con un mensaje claro y sobrenatural: "He vuelto". La duda inicial quedó resuelta, ya que volvía a existir. Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech había resucitado en Nueva York. Su cara acuñada por la Fábrica de Papel, su pose de aristócrata a lo Jaime de Mora y Aragón y su bigote ingrávido volvieron para anunciar las fechas de su retrospectiva, 30 años después, en el Museo de Dalí en el San Petersburgo de Florida

Y así un hombre cualquiera entendió que el surrealismo nunca muere totalmente, como ya había anunciado el de Figueres:

"Si algún día muriese, aunque es poco probable, espero que la gente en los cafés diga: 'Dalí ha muerto, pero no del todo'. [...] No creo en la muerte en general y para nada en la muerte de Dalí", Salvador Dalí.

DALÍ LIVES | The Dalí Museum of San Petersburgo, California 

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