Un hombre cualquiera busca monólogos de
humor y espectáculos de comedia para ejercitar las carcajadas.
Las válvulas de escape sirven para
rebajar la tensión latente y relajar los sistemas sobrecargados. El ser humano
cuenta con una válvula de escape propia que reduce el insomnio y los infartos,
rejuvenece la piel y fortalece el sistema inmunológico y actúa como un
analgésico natural anti-estrés. Y no es ninguna broma, es la propia
risa.
Y, desde hace décadas, hay especialistas
que, incansablemente, nos hacen reír aunque la plaza esté abarrotada o,
incluso, si es un martes y trece. Da igual si han nacido un viernes de dolores
o si les persigue la Benemérita. Ellos, sin tricornio, se han ganado sus medallas con
casco y camisa roja junto a un teléfono para hacer estallar las risotadas del
enemigo. Y recuerdan sus batallitas con el mítico ¿Sabe aquel que diu?. Y,
entre broma y broma, representan lo Tip y Coll spanish con paisanos oriundos de
Albacete, Málaga o del mismísimo San Francisco. Pero, absolutamente todos están empadronados en Lepe. O,
al menos son hijos adoptivos, cómo unos informales ilustres ignorantes de la
antigua Sumeria, aquellos que representan la Resistencia; sin votación o
imposición, porque, al fin y al cabo, nadie sabe nada. Nada de lo que cuentan las Noticias del Guiñol, el Mundo Today o esa revista que sale los
miércoles. Así que lo mejor será emigrar a Polonia, Oregón o, incluso, a la
lejana Mongolia. Y de repente ¡Campana y se acabó! La comedia toma conciencia
de su propio género. Y, entonces, la Hache deja de ser muda, Abril no solo es
una feria y las gafas de pasta se suben a palmear al 'tablao' flamenco. Y faltan muchas,
muchísimas, más y otros tantos de cuyos chistes no logro alcanzar a reproducir por falta de gracia.
Pero los guionistas de Campofrío los rescatarán para que volvamos a
desternillarnos con nuestras graciosas idiosincrasias en esta vida moderna.
Y así un hombre cualquiera
encuentra en su búsqueda miles de cómicos intrusos con sus propias giras
a las que llaman campaña electoral.
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