sábado, 18 de abril de 2020

Lo esbozado de los acuerdos


Un hombre cualquiera pasea desolado por el pueblo viejo de Belchite entre las ruinas de la guerra.

El paseo se hace menos triste junto al maño ilustrado. Las paradas esporádicas sirven para el descanso y, también, para que el artista dispare esbozos sobre el blanco de su libreta. El sol avanza iluminando el paisaje hasta convertir lo nítido en sombríos fantasmas y la más profunda oscuridad en la luz al final del túnel. Poco a poco, el juego de luces y sombras se van plasmando sobre el vacío de las hojas.

Los trazos van describiendo una mesa en mitad de la calle a la que va añadiendo sillas a su entorno. Alrededor la destrucción de la guerra sigue intacta y necesaria. Al levantar la vista, la realidad ha instalado la misma mesa con sus sillas sobre la inicial calle desierta. Él sigue dibujando concentrado, ajeno a su influencia y a la sorpresa de su compañero de bitácoras. Quien se levanta para sentarse en lo imaginado y cerciorarse que realmente existe. Sobre la mesa unos carteles anuncian los nombres y puestos de los principales políticos llamados a resolver el presente. El maño ilustrado levanta la mirada y afirma. "Para que las negociaciones alcancen un buen acuerdo deben realizarse dentro del peor escenario al que pueden llegar".

Y así un hombre cualquiera entiende, más que nunca en estos días, que las equivocaciones del pasado se deben evitar al definir el futuro.

1 comentario:

  1. Mil gracias, amigo. Lo guardo como lo que es, un gran regalo. Un abrazo. Alberto.

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