sábado, 31 de diciembre de 2022

Lo paradisíaco de los propósitos

Un hombre cualquiera disfruta del último atardecer, desde las postrimerías del fin del mundo.

El luscofusco tiñe el horizonte de la nostalgia del tiempo vivido, pero con la experiencia para emprender el próximo camino. Sin callado, ni vieira; el peregrino observa el mar, libreta en mano con los propósitos para el nuevo año deslizándose del lápiz del carpintero. El sabor del futuro es un laberinto en espiral con la forma de la lengua de mil mariposas. Todas ellas revolotean entre sus vibrantes y valiosas vivencias sobre lo veraz de la vida.

El crepúsculo rojo, Juanchoff
"El crepúsculo rojo", Juanchoff


El listado de futuribles se describe con la esperanza de encontrar la Atlántida para evitar lo oscuro de las negras sombras y para acallar a las sirenas que enlutan la blancura de las velas ante los naufragios. En lo seguro del puerto y con los pies en la tierra, el peregrino ordena sus sueños y pensamientos en el cuaderno de bitácora. Lo anochecido se ilumina con lo artificial de las luciérnagas, que escriben el recorrido hacia un ¡Feliz 2023!

Y así un hombre cualquiera busca en las cartas de navegación lo paradisíaco de los propósitos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario