jueves, 11 de marzo de 2021

Lo anaranjado del moho

Un hombre cualquiera encuentra en TCM la reposición del Padrino, justo cuando Don Corleone cae abatido en el huerto.

Sobre la mesa del salón, unas naranjas brillantes comienzas a degradarse hasta un verde mohoso dentro del frutero. En la pantalla del televisor una naranja rueda camino de la muerte. Un viaje similar al de las cabezas de nobles entre la guillotina y el cadalso francés. Mientras, en el alféizar de la ventana, una decrépita gaviota observa con deseo el anaranjado cadáver exquisito.

Don Corleone agoniza en primer plano y la gaviota retoma renqueante el vuelo escorada a la derecha. La sombra de las águilas ensombrecen aún más el negro asfalto de la calle y los contenedores se llenan con la cartelería de Arrimadas y Aguado de las elecciones pasadas.

Y un hombre cualquiera apaga la televisión y saca la basura para alimentar a las ratas.

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