domingo, 6 de agosto de 2023

Lo desalmado de los salvavidas

Un hombre cualquiera observa, en la lejanía televisada, las retenciones de la operación salida de verano.

El coche tumbado ruedas arriba espera la llegada de las emergencias. El humo del motor, el polvo del airbag y las manchas de tierra muestran las irrefutables pruebas de lo ocurrido. Dentro los dos cuerpos se mantienen amarrados por el cinturón. Inertes, inconscientes y callados. Sólo algún pitido del vehículo rompe un mortuorio silencio.


Poco a poco, el humo se va difuminando, los cuerpos van siendo rescatados y la normalidad se va recuperando. El conductor y el copiloto se pliegan hasta acomodarlos en la caja. Allí descansarán hasta la próxima reencarnación. Fuera, sobre el asfalto, las normas de tráfico, el sentido común y las medidas de seguridad resucitan vidas, cada día. Mientras, los desalmados dummies seguirán salvando vidas en cada ensayada prueba de choque.


Y así un hombre cualquiera valora la sensatez del tiempo a la descerebrada velocidad.

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