domingo, 1 de noviembre de 2020

Lo impactante de los titulares

Un hombre cualquiera atiende al parte diario de la CNN sobre las elecciones a la Casa Blanca, cuando en el faldón de última hora aparece el titular: “Un asteroide camino a la Tierra”.

[…] yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón”, escribía Antonio Machado, quizá consciente de la fragilidad del planeta azul vagando en la inmensidad del universo. La vida, aferrada con los pies a la gravedad terrestre, se desarrolla alterada, complicada e inexorable entre la estratosfera y el salado nivel del mar, pero siempre inconsciente al destino intergaláctico. Ondas solares, supernovas, radiación gamma o asteroides son los cuatro caballos del apocalipsis, cuyas despavoridas carreras pueden descuartizar a la Tierra con la rápida y automática destreza de un vil asesino del Orient Exrpress.

Sin embargo, la humanidad cuenta con sus propias cápsulas del tiempo ante las amenazas apocalípticas. En la ártica isla noruega de Spitsbergen se asienta el búnker del Banco Mundial de Semillas. La denominada “cámara del fin del mundo” se sitúa a 130 metros bajo el Ártico y se gobierna por el Ministerio de Agricultura de Noruega, mediante un sistema de caja fuerte que escolta el granero mundial. Lo inhóspito del lugar ha hecho proliferar nuevos búnker. De hecho, a escasos kilómetros se ha construido el Banco Mundial de Oreo. La National Biscuit Company siguió la propuesta de sus consumidores, ante la llegada del 2018VP1, y creó una caja fuerte de hormigón para salvaguardar sus famosas galletas Oreo en todas sus variedades y sabores. Sin embargo, la cápsula del tiempo de Nabisco no incluirá las Chips Ahoy!, Belvita, Galletas Ritz, Triscuits o Thin Thins.

Y así un hombre cualquiera descubre que el asteroide no impactará contra la Tierra, como profecía apocalíptica por un posible segundo mandato de Donald Trump.

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