martes, 24 de abril de 2012

Lo indiscreto de los percebes


Un hombre cualquiera se encuentra en el dominical bazar callejero un coleccionable de Ibañez sobre 13 Rue del Percebe, recordándole como imaginaba la comunidad de vecinos de su niñez. 

La nostalgia de sus infantiles inventivas vecinales provoca que un hombre cualquiera vuelva a  atrincherarse frente a una ventana indiscreta para observar e imaginar las historias que los balcones, cortinas y persianas encierran a 12 pasos desde el felpudo de su portal. Al contrario de las sospechas del señor Jefferies, un hombre cualquiera utiliza la imaginación para guionizar las ficticias vidas de los urbanitas humanoides del edificio de enfrente. La hora perfecta se marca por las agujas cuando la tarde abandona la ciudad. Las luces encienden las estancias, desvelando cotidianidades, manías e historias que sólo interesan a sus protagonistas y a la mirada antropológicamente entrometida  de un hombre cualquiera.

Los ojos del observador viajan de la pareja del ático que cocinan mientras se cuentan el transcurrir de la jornada laboral; pasa por el enlutado anciano del segundo que coloca para la cena dos platos para celebrar un solitario aniversario a ritmo de 'Stranger in the night' que entona con su silbido; entremezclándose con el británico pitido de la tetera con olor a pastas de té recién hechas por la abuelita del primero; los curiosos ojos  ascienden hasta la terraza del tercero donde a escondidas el marido apura un furtivo cigarrillo, mientras su mujer se hace la despistada actualizando el álbum de fotos con los recién llegados a la familia; en el bajo derecha, un cinexin sirve de candela para iluminar las adormiladas caras de los dos pequeños hermanos de camino a freudianos sueños;  y la exploración termina con el primer beso de la adolescente pareja asentados en el frío mármol a un peldaño del cielo.

Y así un hombre cualquiera descubre nuevas historias mientras le observa un indiscreto vecino, que se apresura a esconderse, imprimiendo un hitchockniano perfil sobre el cortinaje.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario