jueves, 1 de marzo de 2012

Lo recuperado del olvido


Un hombre cualquiera gusta de recuperar los días olvidados, que la cotidianidad y la monotonía suelen franquear con aduanas para impedir la incursión de lo extraordinario. Sin embargo, los hándicaps tecnológicos  producen un maná enriquecedor para las 'alzheimerosas' mentes, que posibilitan cruzar fronteras y ayudar a un hombre cualquiera y a la soñadora en pijama ante los acertijos onomásticos de la escanciadora de las palabras

Como decía, nos gusta recuperar los días olvidados, como si fueran objetos recogidos de la caja de elementos perdidos. Supone darnos poder de recuperar lo inmaterial, reconfortando nuestras mentes ante un errado compromiso. Y para ello, ante la imposibilidad de remolcar el delorean hasta nuestro presente, un hombre cualquiera, la soñadora en pijama y la aventurera de la siesta rediseñan el hoy por el día perdido. Y, así, consiguen resolver el acertijo a base de unas ideas al horno y de recuerdos donde conservar los aromas de una trivial noche polémica y de una interminable y ornitofóbica sesión cinematográfica. 

Y, así recupera los días perdidos un hombre cualquiera, mientras  la soñadora en pijama se convierte en una casera presentadora de proyectos apuntados en televisivas tarjetas...

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